Experiencia de Pedro José Jiménez López en la Stetson University College of Law (Florida), Premios a la Excelencia en la movilidad de Grado o Master 2022

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Experiencia de Pedro José Jiménez López en la Stetson University College of Law (Florida), Premios a la Excelencia en la movilidad de Grado o Master 2022

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Pedro José Jiménez López
Doble Grado Internacional en Derecho
Facultad de Derecho
Universidad de Granada / University of Stetson

Quiero ir, tengo que ir. Esa era la frase que resonaba en mi cabeza durante tantos años desde que tengo uso de razón. Y ese sueño, era poder estudiar en Estados Unidos. Poder estudiar en el país “de las oportunidades'', ese país que tanto vemos en las películas de Hollywood y en las series de televisión, hacia el que sentimos familiaridad pero que en realidad desconocemos.

Mi sueño comenzó antes del año 2020, sobre el que hablaremos en breve. Concretamente, comenzó en Septiembre de 2019, cuando fui notificado sobre mi selección para la movilidad internacional desde la Facultad de Derecho de la Universidad de Granada, hacia la Universidad de Stetson, especializada como Law School, en Florida. Desde ese momento, vinieron a mi cabeza todo tipo de ideas y escenarios imaginarios sobre la increíble experiencia que estaba a punto de vivir, mis expectativas, mis objetivos.

Cuando parecía ir bien, con un escenario maravilloso en mi mente, llega a nuestras vidas el COVID. Esta pandemia entonces casi desconocida, pero temible. La experiencia por la que había estado trabajando durante tanto tiempo, con ilusión, con constancia, podía desvanecer mi proyecto de un plumazo. Incertidumbre diaria, noticias, informes, restricciones, cada día despertábamos con alguna noticia nueva.

Pasaban las semanas y la pandemia se volvía cada vez más intensa, pero mi ilusión no decayó. No quería ni plantearme el tener que aceptar un revés en mi vida, en mi proyecto. Yo soñaba con ir, quería ir. Desde la Universidad de Stetson nos transmitían confianza, pero con reservas. Confianza en que, si la situación mejoraba un poco, podríamos realizar la movilidad, e ir a clase de manera presencial.

Llegó el mes de Agosto, y tras varios meses de incertidumbre, se resuelve que puedo viajar y debo hacerlo rápido, ante la posibilidad de que se agrave la situación pandémica y vuelvan las restricciones de viaje. Comencé así, mi personal sueño americano.

Los primeros meses de esta experiencia podrían definirse como un tiempo de sentimientos encontrados. Sensaciones difíciles a veces: soledad y enfoque en estudio con elementos totalmente diferentes a lo que estaba acostumbrado, horas con objetivos certeros pero complicados, momentos de adaptación...Todo ello lo contaré a continuación.

Sin duda alguna, en mi mente, esta experiencia podría convertirse en la mejor etapa de mi vida académica, al fin y al cabo, estaba cumpliendo un objetivo que tenía claro desde hace tiempo. A la vez, había diversas circunstancias que hacían que este sueño, al principio, no se sintiese como tal. Quizás había idealizado tantas situaciones que comencé a cuestionarme los pasos que daba. La distancia fue uno de los factores que más me afectaron. Estaba a siete mil kilómetros de mi casa, sin ningún amigo, sin ningún familiar, sin nadie. Para colmo, el famoso coronavirus hacía que las relaciones sociales fuesen aún más complicadas, lejanas, inciertas. Desde luego, la poca socialización no era lo más adecuado para alguien que está solo y lejos de casa. Lo positivo, que esos primeros tiempos de adaptación me sirvieron para una introspección personal. Un tiempo que me sirvió para tener más claros mis objetivos y aprender a organizarme para lograrlos.

Las clases, al ser de derecho de Estados Unidos, siempre eran para mí “diferentes” por definirlas de alguna manera. El modelo socrático de aprendizaje en las facultades de derecho de Estados Unidos, es conocido como uno de los métodos más efectivos, pero para mí, en ese momento, era todo un descubrimiento por ampliar.

Como casi todo estudiante extranjero, al principio cuesta adaptarse a dicho sistema. Se trate de un sistema que está diseñado para que el alumno estudie de manera anticipada sobre el tema a tratar en la clase, y durante la clase el profesor mantiene una conversación con los alumnos. Para quienes este sistema constituye una novedad, como me ocurrió a mi, no resultaba fácil las primeras veces que el profesor exponía un caso en clase. Como humanos, tendemos a ver la vida con una visión pesimista, cuando estamos en una situación difícil. Y en mi caso, no fue para menos. El proceso de adaptación estaba dificultando mi objetivo.

Al cabo de un mes, parecía que la situación mejoraba. Estaba dando lo mejor en lo personal y en lo académico. Mi mayor comprensión del sistema de enseñanza de Stetson me permitió una adaptación más fluida. Pude entender cómo funcionaba el sistema de aprendizaje en las clases. Esto me hizo sentirme capaz de dar aún más de mi esfuerzo. Por supuesto el estar satisfecho académicamente, me ayudó a enfocarme en que, a pesar de estar a siete mil kilómetros de mi casa, parecía que estaba en la ciudad de al lado. Ya sabía que debía aprovechar la experiencia, esta oportunidad de vida, de aprendizaje, que la Universidad de Granada me estaba dando, y no podía defraudar. Ni a quienes en la Universidad confiaron en mí con esta experiencia, ni a mi persona.

A partir de ese momento decidí enfocarme a dar lo mejor de mi en esfuerzo personal y buscar aprovechar al máximo mi año en Stetson. Todo cambió. Decidí adentrarme en diferentes programas extraescolares para aprender habilidades en el ejercicio de la abogacía. Estas actividades son de lo mejor y más recomendable de mi experiencia en Stetson. A estas competiciones se les llaman “MOOTS”. En ocasiones nacionales y otras internacionales. Todo un reto para mi inexperiencia...

También, me apunté a una competición de “opening statements”. Consiste básicamente en trabajar en los alegatos por parte de los abogados hacia el jurado, al principio de un juicio. Comencé a apasionarme cada vez más por aprender de esto. Esta actividad constituyó un esfuerzo extra al hábito diario de estudio, pero a mis ojos diferente, innovador apasionante, pero voluntario. Significó sacrificio de tiempo personal de ocio, pero una oportunidad de aprender. A partir de ello, comencé a conocer aún más de lo que Stetson ofrece a los estudiantes de derecho. A pesar de haber sido una competición a través de la plataforma Zoom, debido a la pandemia, fue algo que encontré muy interesante. Una competición que era organizada por estudiantes y para estudiantes. Para que pudiésemos mejorar en nuestras habilidades de oratoria en el ejercicio de la abogacía. Esta competición, que duraba una semana, se compaginaba con las clases y el tiempo de estudio, y tras unas semanas de disfrute antes de tener los exámenes, mi primer semestre concluyó en un abrir y cerrar de ojos.

Parecía que llegaba a Stetson con mis maletas hace dos días, cuando acabaron las clases, y llegó la época de exámenes.

Una de las grandes diferencias que encontré, respecto al sistema de aprendizaje y los exámenes entre nuestros países, es que, en Estados Unidos, se da un enfoque más práctico en todo. Especialmente, a la hora de medir los conocimientos de los alumnos. Los exámenes consistían únicamente de un supuesto práctico extenso y complejo, para cada asignatura, del que disponíamos de 4 horas para realizar. Esta idea no era de mi agrado, al no estar acostumbrado a este tipo de exámenes. Pero ahora, en el momento en el que escribo este relato de mi increíble experiencia, me doy cuenta de que es el método más efectivo que he experimentado a lo largo de mis años como estudiante. A veces abrumador, desde luego estresante, pero te insta a sopesar cada una de las posibilidades antes de llegar a tu propio argumento o conclusión. La capacidad de análisis legal que estos exámenes y las actividades de Stetson me han dado, es incomparable con cualquier otro tipo de método de aprendizaje que había conocido hasta entonces.

Tras el primer semestre y unas breves vacaciones, volví a las clases del segundo semestre con las pilas cargadas. Regresé con ganas de seguir viviendo la experiencia al máximo, y aprovechar todas las oportunidades de aprender que surgieran en mi camino. Y así lo hice.

Ya había superado esa fase de soledad de un principio, esa adaptación ante lo desconocido la tenía ya como algo lejano. Estaba ya en una completa inmersión en el mundo que me gusta, conociendo gente afín a mis objetivos, comencé a desenvolverme sin miedo pues las correcciones hechas en la competición fueron siempre puntuales, concretas y muy bien explicadas. Imposible no aprender de ello.

En lo académico, la parte teórica de cada asignatura es algo que a base de estudio constante se puede llevar bien. No obstante, en ocasiones parecía una labor interminable. Muchas horas de estudio, mezcladas con añoranza por mi ciudad Granada, mi familia y mis amigos, aunque con la satisfacción de saber que fui elegido y no puedo decepcionar a nadie de los que participaron en mi elección y me permitieron llegar a Stetson. Fue por esto por lo que, a partir de entonces decidí participar en todos los “Moots” al haber sido seleccionado para representar al equipo Internacional de Stetson. Por supuesto, sólo lo que me permitiera seguir cumpliendo con el aprendizaje regular de Stetson.

La adaptación en horarios para complementar las horas de estudio rutinarias con las horas extras de estudios por las competiciones fue algo complejo. En esta universidad, los alumnos nos desarrollamos en un ambiente totalmente práctico. Stetson está especializado en ello, la oratoria y la capacidad de desenvolverse frente a un jurado es algo de suma importancia para ellos. Los “courtrooms” son espectacularmente parecidos a las salas que un juzgado norteamericano tiene en su interior. Cuando uno presenta su argumento la primera vez, resulta algo que impone, y mucho. La parte teórica de cada asignatura es algo que a base de estudio y constancia lo pude llevar bien. Pero no fue sencillo.

Logramos varios premios en las diferentes actividades a las que nos presentamos. El enfoque se basa en trabajar individualmente para el equipo. Esto además de una enseñanza universitaria para mi ha sido una lección de vida.

Un buen abogado necesita practicar un juicio. Necesita saber hablar al jurado y ser un comunicador efectivo. Durante mi estancia, pude desarrollar estas habilidades, a través de la clase de juicios. Fui asignado a un compañero (co-counsel), y preparamos nuestros juicios durante semanas, con nuestro entrenador asignado (uno de los miembros del equipo de juicios de Stetson). Las semanas de preparación fueron complicadas. Debíamos aprender a ser abogados, cuando en realidad casi no conocíamos ni la ley. Pero cuando llegó el momento de competir, las duras semanas de trabajo dieron su fruto, e hicimos una excelente competición contra nuestros rivales. Aprendí más de lo que pensaba. Trabajar en estos equipos, exigentes, perfeccionistas, implicó aceptar correcciones, eliminar ideas que para mi podrían ser estupendas, discernir en grupo, y sobre todo aprender a estudiar horas extra para hacer un buen papel.

Nunca olvidaré mi nerviosismo y emoción al hablar por primera vez en un juicio, sabiendo que los profesores graban y estudian no sólo cada una de tus palabras y argumentos, sino que después te corrigen postura, movimiento y dicción. ¡No fue fácil! Pero resultó emocionante y sumamente didáctico. La paciencia y capacidad de corrección con apoyo ha sido uno de los mayores aprendizajes de mis profesores. La docencia Universitaria necesita una verdadera vocación para llegar a un objetivo idóneo en cada alumno.

A parte de poder argumentar como abogado un juicio simulado, también participé en estas competiciones como miembro del equipo internacional de Stetson: -Florida BAR Vis Pre-Moot -CAM-CCBC Sao Paulo Vis Pre-Moot -PCA The Hague Vis Pre-Moot Y estas competiciones las ganamos, ante más de 40 equipos cada competición de todo el mundo. Y el más grande de todos, el VIS Moot Vienna, donde hicimos un buen papel quedando entre los mejores 64 equipos.

Otra de las actividades interesantes que realizamos dentro de la Universidad, fue la visita a la oficina del FBI en Orlando. Es increíble la capacidad de investigación que tienen, los medios y tecnología que poseen y permiten la aportación de testimonios y pruebas a presentar en los juicios.

student fbi

Después de todas estas experiencias y al acercarse el final de mi estancia, he sentido la satisfacción del deber cumplido y un enorme sentimiento de gratitud.

A nivel personal ha sido maravilloso el conocer personas tan cultas, preparadas, que dan su tiempo a la enseñanza. Con cariño tendré siempre en mente a mis profesores Ellen Podgor, Joseph Morrissey, y Louis Virelli.

Mi más grande agradecimiento a todos y cada uno que hicieron posible esta etapa de mi vida. Desde la atención personal del departamento de Relaciones Internacionales de la facultad de Derecho de la Universidad de Granada, la propia facultad de derecho, todos y cada uno de los que participaron en elegirme para esta oportunidad de vida. Menciono especialmente a mi estimada Velaine, la primera persona de la Universidad de Stetson con la que tuve contacto y siempre con cariño que se preocupo por mí y mi adaptación. A cada profesor, catedrático, personal de limpieza, bibliotecarios, personal de apoyo de España y de Florida, todos ellos me trataron con excelencia en su calidad humana. A cada compañero de clase, que se convirtieron en amigos, a pesar de tener que ser rivales legales en muchas de las prácticas escritas y orales sobre todo en los juicios simulados que teníamos en clase.Cada pequeño obstáculo que hubo que sobrellevar académicamente o por la pandemia, nunca estuve solo.

El tiempo no pasó tan rápido en los primeros meses, sin embargo, al final los días eran con emociones y sucesos inmediatos. Pronto llegó el día de la entrega de reconocimientos y posteriormente vino la graduación. Tuve el honor de recibir tres cordones. Los cordones los otorga la universidad por méritos académicos. - Amarillo: por reconocimiento a pertenecer al cuadro de honor - Verde: por la participación en los equipos de Stetson - Marrón: por obtener el doble grado en Stetson y en la UGR.

La ceremonia de graduación fue sencilla y emocionante. Sé positivamente que dejé una buena impresión en Stetson, y que mi representación de la Universidad de Granada no les ha defraudado. Reconozco desde la humildad, que no ha sido fácil. Quienes han estado aquí lo saben. Cada alumno enviado por la Universidad de Granada sabe que no es un intercambio cualquiera. Es duro, muy duro y hay que aguantar la presión, el cargo, la responsabilidad. Constituye un aprendizaje invaluable, pero requiere de mucha constancia y horas de estudio. Ha sido la mayor oportunidad de mi vida y sabré aprovecharla.

Gracias Universidad de Granada, Siempre Gracias, por haber cambiado mi vida de esta manera fantástica, útil y la cual valoro desde el honor que me dieron al haberme escogido.